Lo grave no son solo los comerciales que intentan convencerte de algo, sino la totalidad de las imágenes que pretenden venderte todo el tiempo sueños, un mundo feliz, una forma de existencia, dice Winter en Alicia en las ciudades, un Winter atrapado desde todos los ángulos por avisos de neón, imágenes televisivas, ondas de radio y un estrépito de motores y señales camineras.
Alicia en las ciudades (Alice in den Städten,1974) hace parte de la road movie trilogy de Wim Wenders que completan Falso movimiento (Falsche Bewegung, 1974) y En el curso del tiempo (Im Lauf der Zeit - Kings of the road, 1975). A diferencia de la Alicia “in wonderland”, la pequeña Alice ahora se desplaza en aviones, trenes, buses, taxis; observa el mundo desde el Empire State Building; habita aeropuertos, estaciones de metro; el paisaje está lleno de autopistas, gasolineras, tiendas de camino, moteles y hoteles de paso en ciudades que son muchas y son la misma: Nueva York, Amsterdam y una larga serie de ciudades en Alemania.
La película tiene un antecedente indirecto y estrechamente vinculado a la colaboración de Peter Handke, el escritor austriaco, en la obra de Wenders. Hadke ya había escrito en 1971 el guión de El miedo del portero al penalty, obra en la cual aparece como personaje central un jugador de fútbol separado de las canchas y al mismo tiempo de cualquier norte o cosa de valor en su existencia. Handke es también el guionista de Falso movimiento y de El cielo sobre Berlin (1984), película que antecede a Tan lejos, tan cerca.
En Carta breve para un largo adiós Handke describe un escritor que viaja a los Estados Unidos con la idea de entrevistar a John Ford (el director de cine), y va a dar en un absoluto fracaso, que concluye con un desplazamiento cada vez más acuciante sobre sí mismo. Wenders toma de este relato algunos elementos: la imagen de los Estados Unidos de los años 70 como telón de fondo; la imagen de un escritor con una empresa fallida; la constante reflexión en torno al absurdo del viaje y de la existencia.
Phil Winter (indudable anagrama del propio Wenders) intenta dar sentido a su existencia a través de una cámara fotográfica, atrapar la existencia a través de una serie inconexa de instantáneas. Uno de los leit motivs de la película es justamente ese “no se ve nada”, que señalan varios personajes cuando Phil les muestra las instantáneas que acaba de tomar. Un personaje que como dice la pequeña Alicia, piensa en lo inasible, sueños e ideas que no valen ni para el “juego del ahorcado”.
Hay en la película, filmada adrede en blanco y negro y en formato de 16 milímetros -el mismo que será el tema de los proyectistas ambulantes de En el curso del tiempo-, una crítica a la invasión de las imágenes: radio, televisión, avisos publicitarios. En el aeropuerto se oye por un altoparlante que llaman al señor Wenders (?).
En 1984, en Paris, Texas, Wenders dará un vasto desarrollo a esta idea en ciernes que vincula el viaje a la memoria. En esta última película asistimos a una lenta y dolorosa recuperación, solo posible quizá gracias a la “magia” de los videos caseros. En Alicia la única guía es la memoria huidiza de la niña, el vago nombre de una ciudad que comienza probablemente en W y una fotografía de la fachada de una casa, sin nadie en la toma.
No es gratuita la aparición explícita que hace Wenders de una novela sobre una mesa: se trata de Tender is the night (1932), de Francis Scott Fitzgerald, en la que el narrador norteamericano vuelve sobre uno de sus temas recurrentes: la historia de una promisoria pareja y su inexorable decadencia y autodestrucción.
En Wenders el final es menos dramático, me atrevo a decir que fruto de la sobreposición de la imagen del rostro cálido de Alice sobre el rostro vetusto de Winter (invierno). Terminemos oyendo un episodio de Historias de Lisboa (1994), en donde Wenders y Vogler, 20 años más tarde encuentran a Madre Deus.
Una mirada en la parte arquitectónica a todo esos espacios que diariamente compartimos y donde se desenvuelven nuestras vidas. Esta vez no hay asesinos en los hoteles de paso, ni romances en los trenes, o amenazas en los aviones, ni tampoco una fuerza del mal que planea destruir el mundo y cuya sede queda en alguna parte de la vieja Europa. No, encontramos en su lugar una continua asociación del hombre con su ambiente, ese nuevo ecosistema que hemos creado con nuestras propias manos, donde en lugar de bosques tenemos grandes ciudades, y hay dos personajes que van construyendo una simbiosis que a su vez va develando los nuevos abismos que en este nuevo ecosistema han minado nuestro interior.
ResponderEliminarConexión inexplicable, algo de existencialismo no tan radical(aclaro), madurez, sentimientos. Son unas de las tantas palabras, en las que Alice puede incluirse. Una película llena, de historia, pero en este caso guiada por ella Alice una niña de 9 años, y afrontada tal vez o no,s a la fuerza por Philipe, periodista, fracasado que solo hace garabatos, como dice Alice. Es notorio los múltiples medios de transportes usados, en los que en cada uno se desarrolla algo diferente, sin malicia, impensable. Fotos es uno de los escenarios, fotos que muestran una realidad que se quiere recordar, pero no tan real, capturada en momentos que valen la pena guardar.
ResponderEliminarEl sentimiento fraternal....¿cómo la madre deja a su suerte a Alicia?
ResponderEliminarY como este hombre solitario, lleno de temores y frustraciones, crea este lazo tan frágil con una pequeña criatura, bueno quizás se pone en tela de juicio aquello que llamamos amor de padres, quizás fue el eje que más impacto de este film. Otra temática que fascina es el dilema de la imagen, grandiosos diálogos para esta sociedad capturada por la fotografía y redes sociales, que hacen de este arte una farsa narcisista.
Johanna Hernández
Claramente en esta película vemos que la imagen es una característica esencial de nuestra época. La soledad del hombre se ve atacada por la constante promoción de avisos e imágenes facilitando la sensación de tener compañía, sustrayéndole del mundo real. Sin embargo esto no es un impedimento para que en medio de este panorama dos personajes que en un principio son completos desconocidos, terminen creando un vinculo sentimental tan fuerte que hacen que uno como espectador se sienta afectado por lo que pase entre ellos dos. Esto se desarrolla con un trasfondo como la ruidosa ciudad, y en medio de viajes por muchos lugares, en muchos medios de transporte distintos. De cualquier manera, el viaje de Alice y de Philipe, lo involucra a uno a tal punto que su finalización puede ser lo que menos se espere. Es realmente impactante la última escena, hermosa, y con un dialogo simplemente genial.
ResponderEliminarSólo una mirada rápida a la sociedad, a las calles lúgubres, caóticas, sin sentido… Reconocer en otro que existe -aunque la edad no importe- pensamientos parecidos y a su vez, sentimientos diferentes; la niña permite encontrar una mirada que, aunque inexperta, le hace reflexionar constantemente sobre su existencia. Me gusta mucho los diálogos, el ver en alguien tan pequeño la realidad de un mundo diferente. Lejano y diferente, pero cierto de algún modo. El de las artes, el mundo de lo estético. La fotografía.
ResponderEliminarNicolás Alfaro Guerrero.
un acercamiento a la ciudad desde una cámara instantánea, que captura la realidad tal como es.
ResponderEliminarya sea en Nueva York, o en Europa el contexto de la narración nos inquieta con esas muestras de realidad corroída por lo opaco de la existencia y de los sentimientos humanos, que se hacen ambiguos en compañía de alguien , en este caso Alicia.
Paisajes de asfalto
ResponderEliminarMajestuosas se presentan las ciudades en el recorrido por el que nos guían Alicia y nuestro querido periodista Philipe, durante sus desplazamientos, y no solamente el físico, hablo del desplazamiento interno, esa migración constante en búsqueda del ser, de su realidad, la que intenta captar incansablemente en las fotografías, "las fotografías nunca muestran lo que realmente viste" dice desconsoladamente.
Una excelente película que despierta, personalmente, unos inmensos deseos de viajar, ¿qué importa la motivación? buscar la familia, escribir un reportaje, conocer, o simplemente buscar un sueño..ah no perdón, cosas que existan, entonces aventurarse a conocer paisajes diferentes.
“¿Para qué tomar fotos? – Porque me gusta, Nunca muestran realmente lo que viste…tomar fotos de todo lo que dejas atrás” automóviles, televisores, antenas, cables y cables de transmisión, la tan mencionada “selva de cemento”, la ciudad mostrada como nuevo escenario, que intenta presentar una aglomeración y a su vez una diversidad, permite remitirse a nuevas formas de comportamiento, que hacen que el arte tenga que manifestarse en nuevos intentos de expresión. Lo urbano y el consumismo trastocan los ideales de otras generaciones, pero es posible resistir desde el sistema mismo, desde el capitalismo.
ResponderEliminarLa obra de arte en su fundamentación ritual debe ser resignificada como obra de arte de carácter político que sólo tendrá esta designación en tanto se manifieste un progreso técnico, por ejemplo darle a la fotografía un valor de uso revolucionario, hacer que su producto tenga un carácter operativo además de una función organizadora.
La fotografía tiene dos pilares constitutivos, la creación y la construcción, que permiten denotar su autenticidad, y así en una trama particular de espacio y tiempo capturar la esencia de la imagen, para conjugar la actitud crítica y el goce.
“la naturaleza que habla a la cámara es distinta de la que habla a los ojos; distinta sobretodo porque un espacio elaborado inconscientemente aparece en lugar de un espacio que el hombre ha elaborado con consciencia” (1)
Quiero terminar este comentario tomando como punto central la fotografía, con el fragmento de una conversación que llamó mucho mi atención: LISA a Philip: “perdiste el norte cuando perdiste tu sentido de la identidad, eso pasó hace mucho tiempo por eso necesitas pruebas, pruebas de que aún existes… por eso sigues tomando fotos, para probarte después que fuiste TÚ quien realmente vio algo…así alguien te escucharía a ti y a las historias que realmente te cuentas a ti mismo” estas palabras quedaron como eco -en mis recuerdos- al finalizar esta película
(1)BENJAMÍN, Walter, “Pequeña historia de la Fotografía” en Discursos interrumpidos, Editorial Planeta-Agostini, España, 1994, pp. 67
JULY SILVA ZAMORA
las notas musicales rebelan en nuestra alma aquello por lo que creemos que existe. El cuerpo recuerda y el sonido excarba las entrañas de un despojado que no encuentra mas que el camino. Un camino que no tiene imagen uniforme, el camino existe como lo queramos ver, no siempre somos los mismos en recorrer el camino, la vida constantemente nos hace trampas y los planes o ilusiones son productos ficticios que la vida estrella no dejando el recuerdo existir por que nada existío.habemos seres que por más que compartamos con los demás seguiremos encerrados en nosotros mismos. Por qué, no se. pero para eso existe la musica. este fraseo constante en la película refiere a un sujeto que internamente navega cada ves que encuentra el camino, talvés solo necesite un puerto. lo pasajero del pasajero talvés sea esperar que todo pase, pero que al fin algo nos lleve. Alicia
ResponderEliminarun reconocimiento del lugar que habito por medio de la imagen, la unica forma de concectarme con ese espacio, que si bien esta en mi cotidianidad no hace parte de mi vida de eso que deseo, que quiero, aquello que me complementa.
ResponderEliminarEs por medio de la fotografia una imagen inmovil que Philipe describe con su camara esa busqueda de un algo con lo cual me identifique, la busqueda de un lugar al cual pueda decir "pertenezco". Este filme es la descripcion de las sociedades actuales donde cada persona vive inmersa en su individualismo no se relaciona con nada ni con nadie, un sujeto solitario que busca re- encontrarse... y quien le ayudara en esta travesia de lograr que esas imgenes captadas tegan un sentido completo - y real- sera ALICIA una niña que de manera improvista se cruza en el camino de este periodista
Al inicio de la sesión de clase se dijo respecto a la película que era “cine con pocos recursos y una enorme riqueza conceptual”. En este sentido, quisiera destacar como la película presenta la posibilidad de encuentro durante un recorrido, no solo encontrarse a sí mismo, sino también al otro. Así pues, Phil y Alice no se conocían, y su primer encuentro fue una casualidad conmovedora, pues la escena de la niña jugando en la puerta es adorable: ambos eran personajes aislados y de pensamiento divergente en su “modernidad”. El recorrido de este ejemplo de road movie nos muestra un viaje a ninguna parte que, sin embargo, constituye el escenario de desenvolvimiento de los protagonistas. El viaje no solo ocurre a nivel físico sino también emocional: originalmente no se planea un viaje y, en efecto no lo es, sino un trayecto de regreso a Alemania. Cuando la madre de Alice, Lisa van Dam, empieza a dar largas al reencuentro es cuando empieza este viaje sin sentido, pero a medida que Phil (Philip) empieza a convivir con Alice se transforma en un viaje de reencuentro de sí mismo, cada uno en la existencia y compañía del otro.
ResponderEliminarAhora bien, en cuanto a la afirmación de que en la fotografía “no sale lo que has visto”, considero que, si bien es cierto que la fotografía como arte es maravilloso, y que es capaz de atesorar parte del alma de los sucesos, podría decirse también que esto se dice haciendo referencia a que la fotografía no guardara en si todo lo que debería, está incompleta, vacía (de hecho, Alice usa este último término para referirse a una de las fotografías). Esto se evidencia a lo largo de toda la película, y de algún modo la película muestra como las fotografías se quedan evidentemente inmóviles en oposición al movimiento, los cambios inesperados y el transcurrir de la vida en sí. Sin embargo, estos planes sorpresivos y la fotografía acompañan las vivencias de los dos protagonistas y fortalecen su relación de amistad, una amistad de dos almas opuestas y a la vez similares que quieren encontrar su lugar en el mundo y el rumbo de su vida.
Angie Paola Gonzalez Mantilla
"Las fotografías nunca muestran lo que uno ve". Alicia en las ciudades, una película en blanco y negro, nos muestra esa sociedad consumida por lo visual, la televisión, fotos, imágenes, anuncios. Una sociedad rodeada de movimiento, ruido y un hombre que no se encuentra a sí mismo, un deambular tan contemporáneo que nos muestra el protagonista, divagando en sus recorridos y captando cualquier instante con su cámara de fotografía.
ResponderEliminarAlicia en las ciudades es una película distinta y no convencional del género. Ya que no los protagonistas no son los arquetípicos, como la pareja tan insólita que forman nuestros protagonistas. Una madre que abandona a su hija y la deja al cuidado de un desconocido y la interesante situación de un hombre perdido que de cierta manera toma rumbo o un propósito gracias al compartir con Alicia. Es Alicia quien cambia toda la perspectiva de Phill puesto que se encarga de introducir una vitalidad que anteriormente había ido desapareciendo en él.
Por otro lado, pienso que el blanco y negro en la película busca presentar el reflejo de la vida de Phill y su existencialismo en un desolado interior, además, la fotografía refleja ese recorrido en la ciudades que hace alusión al nombre del film.
Karen Daniela Bermúdez Herrera
Alicia en las ciudades de Wim Wenders, una película que sigue a dos protagonistas tan diferentes, pero parecidos al mismo tiempo, a través de sus viajes a varias ciudades, buscando algo, buscando a alguien, buscándose. Los personajes se encuentran en constante movimiento, recorriendo lugares, urbes en su mayoría, en tren, autobús, avión, auto, ferry, pese a esto, se encuentran estancados, en más de un sentido, puede sentirse en su búsqueda que cada día se dilata y alarga más o en la propia razón de su existencia, asimismo, es en este ir y venir, que los personajes se podrán encontrar.
ResponderEliminarEn todo el film se destaca la imagen, lo visual, ya sea desde la fotografía, parte importante de toda la narrativa y estética, en este caso, para Winter es su trabajo, pero también es parte de lo que es él, al tratar de otorgarle sentido a su existencia por medio de las fotos. También lo visual, en vía de la mirada, ya sea al otro o a lo otro, en la película, se privilegia la vista de los personajes a esos paisajes urbanos, a la ciudad, ya sea desde el hotel, motel, la ventana del auto, se está constantemente observando y habitando el espacio; frente a la mirada al otro, se retrata en la escena de la fotografía de Winter, que a su vez refleja a Alice, tan solo en esta foto, se puede evidenciar ese encuentro, ese descubrir, de cierta forma, se está mirando al otro, pero también se mira a sí mismo.
Lizeth Daniela Solórzano- 20182260073
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ResponderEliminarAlicia en las ciudades es una cinta cinematográfica del año 1974, la historia transcurre a partir de dos personajes principales que se encuentran inesperadamente. La estética que presenta el filme se desarrolla en blanco y negro; hace uso de la fotografía, la arquitectura y los escenarios para contar una historia de descubrimiento, siendo esta la narrativa que se va a manejar. Con lo que se cuenta y de la manera en la que se plantea el descubrimiento se pueden entretejer que tanto las relaciones humanas como las que se tiene con el entorno hacen parte de lo que se puede pretender de sí mismo, además de la apreciación de la realidad de las cosas y el cómo una "imagen" de esta realidad no refleja en su totalidad lo que el ser desea.
ResponderEliminarEl hombre con la cámara podría ser la representación del ser adulto en búsqueda de sí mismo y, en este mismo orden de ideas, la niña podría ser la representación de la mirada infantil que se ha perdido y se intenta recuperar en esta búsqueda de sentido; se podría observar este postulado en el fotograma encontrado en el minuto 49:50, en el que se sobreponen las imágenes de los rostros de estos personajes. En este sentido, ambos personajes serian la personificación de las distintas facetas que existen dentro del ser; el hecho de que la historia se sitúe en un contexto mayormente urbano, rodeado de trenes, automóviles, edificios, hoteles y ruido de todo tipo que envuelven la historia agrega una pauta hacia la reflexión de la vida expuesta a factores externos en donde es tan fácil perderse, viviendo en pro de lo que la industria promociona, manejando de esta forma la inmediatez que se pretende de la vida en sociedad; presuponiendo a aquellos quienes no viven en esta inmediatez como "quienes han perdido el rumbo".
Mariana S. Ballesteros.
Alicia en las Ciudades //Alice in den Städten,1974//
ResponderEliminarAnte la necesidad de capturar lo sublime o grotesco de los paisajes que lo acogen, nuestros protagonista, Philip Winter, armado con su cámara instantánea y en compañía de la mejor de las viajeras, Alice o Alicia, busca desesperadamente, pero, con ánimos débiles, captura la esencia de la existencia abarrotada de imágenes comerciales, desdeñosas, abusivas y hasta insultantes con el arte de escribir a través de la luz. Esas sensaciones estéticas retratadas dan cuenta de una apuesta contestaria y firme sobre la realización del arte cinematográfico de ese y, a un desvariado juicio, actual rápido, sobreexplotado y “palomitero” según los críticos digitales del cine. No obstante, la apuesta de Wenders es, en demasía, sutil y atrapante. Una escala de negros y blancos que se ilumina y corta en determinados momentos, encuadres extraños a la retina comercial, ciclos en ruptura y cierre con la toma de instantáneas que, para el despistado no capturan nada, a su vez, capturan todo aquello que Winter no quiere capturar, una estética vaga y familiar, lenta e incómoda, me atrevería llamarla, la estética de lo gris luminoso, la estética de las confrontaciones, la estética del invierno capital.
Así, apreciado lector, Alicia acompaña a nuestro frustrado héroe a través de hoyos de conejo gris, ciudades las han de llamar, que solo lo dejan en el mismo punto, lo obligan a quebrarse ante el entorno. Todas en un intento de ser el mismo invierno capital, de darle al ciudadano Cosmopolitan la sensación de un mismo lugar, una misma ciudad, la ciudad de un solo mundo. Wenders nos da cuenta de que no existe tal cosa como la univocidad en la imagen, trata a la imagen como una hija negada y mimada. Critica fuertemente las propuestas Hollywoodenses y nos instala desde la capital del mundo /New York/, pasando por la capital del otro mundo /Ámsterdam/ a las capitales de las derrotas /ciudades alemanas/. Nos propone un ejercicio estético arriesgado y que contraria toda nuestra construcción, por eso nos incomoda, nos subvierte y nos “aburre”, nos dice de frente ¡Aun vivimos en el invierno capital de los 70, donde la esencia de las cosas se quedo corta ante la necesidad de la imagen!
Lucas D. Contreras V.
La cinta de Alicia en las ciudades del Wim Wenders, contiene paisajes que no todos se atreven a explorar, tiene elementos de reflexión sobre el papel de las imágenes, las fotografías y las escenografías cotidianas. Aunque en primer momento pueda parecer un film un poco lento, su riqueza conceptual es evidente, pues, las diferentes personalidades de nuestros dos protagonistas, Philip y Alice, permiten capturar la esencia de su transitar en las ciudades. En lo caótico de los espacios, en sentir que los lugares, a pesar de de ser distintos, repiten patrones de la vida en la ciudad, del ciudadano promedio envuelto en el consumismo y el capitalismo. Una uniformidad del ser.
ResponderEliminarAsimismo, el hecho de la imagen en movimiento, desde el blanco y negro, permite orientar la propuesta estética de la cinta, desde el mismo título, hasta las imágenes capturadas desde la cámara instantánea del protagonista, el transitar sin habitar, el preguntarse por la realidad y de la misma forma, el adentrarse en las fotografías para encontrar el sentido a la existencia misma.
"Alicia en las ciudades"
ResponderEliminarEn un primer momento, es importante apreciar el tono blanco y negro en el que se desarrolla todo el film, acompañado del interludio musical, ya que son dos elementos que se unen para generar emociones y producir una sensación de desolación que envuelve a los dos personajes principales, Philip y Alicia. En segundo lugar, la relación de los dos personajes da sentido al viaje que atraviesan, ya que es una relación de confianza y amistad que ayudará a los dos a reconstruirse y surgir. Como tercer punto, en el viaje que organizan Alicia y Philip con el fin de encontrar a la abuela de Alicia, se encuentran varios elementos que toman un valor estético por aportar unicidad y ser parte de la cotidianidad de la vida en la ciudad; los medios de trasporte, la calles, los edificios, las casas, las personas... todos estos elementos cambian de identidad según el espacio en el que se encuentran y Philip, por medio de fotografías trata de captar esa diferencia entre la vida norteamericana y su hogar, en Alemania. De modo que, esta práctica de fotografiar también toma un papel importante al ser un elemento que atraviesa toda la película y que si bien "nunca capta lo que realmente has visto" como lo menciona el periodista, si reflejan el avance del mismo en su proceso de inspiración, debido a que se ve un cambio de las fotografías iniciales de paisajes desolados, a las fotografías que toma es su etapa con Alicia. Siendo la fotografía un elemento tan importante, Philip al encontrar la casa de los abuelos y compararala con la fotografía de esa casa que guardaba Alicia se dara cuenta que en una fotografía si puede reflejarse la realidad, pero que sera un instante exacto el que se guarde, y estara sujeto al tiempo puesto que el momento de aquella vez que tomaron esa fotografía ya no existe, los abuelos de Alicia ya no están y solo queda la superficialidad de las cosas, actuará la fotografía como un fantasma de la existencia que se cargara de un recuerdo, una anecdota o un sentimiento.
Alicia en las ciudades capta ese reencuentro en medio de el no habitar un lugar como tal, por el contrario tanto Phillip como Alicia se sumergen en esos viajes y fragmentos de fotografías inmortalizados en el tiempo para saber más del otro y a su vez de si mismos. La música que acompaña este film, la época y el espíritu de los personajes muestra esa ruptura de la linealidad sobre la que se mueven los otros, allá, muy lejano. La propuesta de Wenders aborda una realidad de un modo cautivante y con un buen manejo del blanco y negro para sumergir al espectador es estas otras ciudades, culturas y espacios donde existen las diversas construcciones de lo que será posteriormente una anécdota de vida. Ahora bien, aborda también un tema interesante como la "responsabilidad" lleva a encontrar un sentido de una u otra manera a la vida misma y es que muchas veces la vida es eso, una resignificación de mi mismo a través de los otros. Excelente film, muy recomendado.
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